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MANIFIESTO
No somos criminales, ni drogadictos y no estamos desilusionados. No somos niños ingenuos. Somos una entidad masiva, una aldea tribal, global, que supera cualquier ley establecida por el hombre, así como la geografía y el tiempo en sí mismo. Somos masivos. Somos Uno solo.
Estamos formados de la esencia del sonido, del golpe lejano, profundo y distorsionado por el viento, que es como el latir del corazón paterno de Dios. Allí, donde el palpitar del eterno es audible, en la completa oscuridad, aceptamos que somos todos iguales. No solamente ante la oscuridad y ante nosotros mismos, sino ante la música que se cierra de golpe en nosotros y que atraviesa nuestras almas: todos somos iguales.
Y en algun lugar entre los 35Hz logramos sentir la mano de Dios a nuestras espaldas, alentándonos, empujándonos a consolidar en pureza nuestras mentes, cuerpos y espíritus en medio de un mundo corrupto. Guiándonos a sentirnos parte del que nos rodea, para juntar las manos con nuestros hermanos y elevarlas, compartiendo la alegría incontrolable que sentimos al crear esta burbuja mágica que puede, al menos por una noche, protegernos de los horrores, los atrocidades y la contaminación del mundo exterior.
Es en ese mismísimo instante cuando cada uno de nosotros nace de verdad, para compartir nuestra nueva vida, el don divino de la redención, con toda la humanidad.
Este es nuestro manifiesto, el ritmo al que bailamos, y Dios es nuestro DJ.
Estamos formados de la esencia del sonido, del golpe lejano, profundo y distorsionado por el viento, que es como el latir del corazón paterno de Dios. Allí, donde el palpitar del eterno es audible, en la completa oscuridad, aceptamos que somos todos iguales. No solamente ante la oscuridad y ante nosotros mismos, sino ante la música que se cierra de golpe en nosotros y que atraviesa nuestras almas: todos somos iguales.
Y en algun lugar entre los 35Hz logramos sentir la mano de Dios a nuestras espaldas, alentándonos, empujándonos a consolidar en pureza nuestras mentes, cuerpos y espíritus en medio de un mundo corrupto. Guiándonos a sentirnos parte del que nos rodea, para juntar las manos con nuestros hermanos y elevarlas, compartiendo la alegría incontrolable que sentimos al crear esta burbuja mágica que puede, al menos por una noche, protegernos de los horrores, los atrocidades y la contaminación del mundo exterior.
Es en ese mismísimo instante cuando cada uno de nosotros nace de verdad, para compartir nuestra nueva vida, el don divino de la redención, con toda la humanidad.
Este es nuestro manifiesto, el ritmo al que bailamos, y Dios es nuestro DJ.
We are not criminals or drug addicts and we're not disappointed.We are not naive children. We are a massive entity, a tribal village, global, that exceeds any law established by man, as well as geography and time itself. We are massive. Are one.
We formed the essence of sound, blow away, deep anddistorted by the wind, which is like the beating of God's fatherlyheart. There, where the heartbeat of the Eternal is audible, in complete darkness, we accept that we are all equal. Not only todarkness and to ourselves, but to the music slamming into usand passing through our souls: we are all equal.
And somewhere between 35Hz we feel the hand of God behind us, encouraging us, pushing us to consolidate our minds in purity, bodies and spirits in the midst of a corrupt world. Leading us to feel part of our surroundings, to join hands with our brothersand raise them, sharing the uncontrollable joy we felt when creating this magical bubble that can, at least for one evening,protect us from the horrors, atrocities and pollution outside world.
It is at that very moment when each of us is born of truth, to shareour new life, the divine gift of redemption to all mankind.
This is our manifesto, the rate at which we dance, and God is ourDJ.
We formed the essence of sound, blow away, deep anddistorted by the wind, which is like the beating of God's fatherlyheart. There, where the heartbeat of the Eternal is audible, in complete darkness, we accept that we are all equal. Not only todarkness and to ourselves, but to the music slamming into usand passing through our souls: we are all equal.
And somewhere between 35Hz we feel the hand of God behind us, encouraging us, pushing us to consolidate our minds in purity, bodies and spirits in the midst of a corrupt world. Leading us to feel part of our surroundings, to join hands with our brothersand raise them, sharing the uncontrollable joy we felt when creating this magical bubble that can, at least for one evening,protect us from the horrors, atrocities and pollution outside world.
It is at that very moment when each of us is born of truth, to shareour new life, the divine gift of redemption to all mankind.
This is our manifesto, the rate at which we dance, and God is ourDJ.
1 comentario:
q pasa tio!!!no se te ve el pelo eh?pues nada que pases unas felices fiesta eta urte berri on! xq supongo q no te verè en noche vieja...un beso
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